Terapia de lenguaje, una solución

para el habla

 

Los padres se estresan cuando comparan a sus bebé con otros, si ven que se “atrasa” en obtener ciertos avances en su desarrollo, como sentarse, gatear, caminar y hablar. Hay que estar pendientes de los progresos del niño y saber que en la actualidad hay especialistas que ayudan a optimizar ese proceso, como el caso de los terapeutas de lenguaje.

 

Si un niño llega a los tres años totalmente “mudo” o casi cumple los cuatros pronunciando “lenguaradas” ininteligibles, es imperante la búsqueda de la ayuda profesional de un terapeuta de lenguaje. Es importante recalcar a los padres que el hecho de buscar apoyo para facilitar este proceso, no indica que su hijo presenta un problema grave.

 

   El objetivo primordial del servicio de Terapia de Lenguaje es establecer o restablecer la comunicación lingüística no desarrollada, alterada o interrumpida en la población estudiantil desde el nivel de estimulación temprana.

 

Objetivos:

• Evaluar, diagnosticar y atender las deficiencias del lenguaje que presentan niños y niñas.

• Promover el desarrollo integral del estudiante con problemas de comunicación.

• Fomentar la participación de los padres para que sean colaboradores activos en los programas terapéuticos de sus hijos.

 • Ofrecer asesoría a padres y docentes en todo lo relacionado con el desarrollo normal y la estimulación del lenguaje infantil.

 

El desarrollo normal del lenguaje debe desenvolverse de la siguiente manera:

los niños de dos años muestran comprensión de hasta mil palabras, empleando entre 200 y 300 palabras, mientras que los niños de 3 a 5 años en promedio muestran comprensión de hasta 2000-3000 palabras, teniendo un vocabulario expresivo de 500-1000 palabras.

      Estas cifras son estándares, por lo que si su hijo demuestra pequeñas variaciones, no implica “anormalidad”. En dichos casos, lo recomendable es acudir a un terapeuta de lenguaje para la evaluación del caso.

 

Igualmente hay otros elementos tomados en cuenta como el llamado lenguaje receptivo, que es el que permite comprender el lenguaje y adquirir el significado de las palabras. Asimismo está el lenguaje expresivo, por medio del cual el niño o niña se comunica, ya sea a través de gestos, señas o palabras, y finalmente el lenguaje articulado, última etapa del desarrollo del lenguaje y se considera como la habilidad de emitir sonidos, fusionarlos y producir sílabas, palabras, frases y oraciones que expresen ideas.

 Según la edad, entre 0 y 2 años, los niños deben emitir vocales.

 Entre los 2 y 3 años, dominan las consonantes p, b, m, k.

 De 3 a 4 años, emplean: t, d, n, x, y, g.

Más adelante se perfecciona la pronunciación de las letras r, l, ll, rr, así como sílabas compuestas.

Un niño presenta dificultad cuando:

 • No comprende el significado de las palabras que escucha, por lo que sus respuestas son inadecuadas.

• No posee un amplio vocabulario que le permita expresarse apropiadamente.

 • No logra ordenar sus ideas y estas se expresan en desorden.

 • Presenta dificultad al articular los sonidos del idioma, frases, palabras y oraciones.

 

 En general, cuando el nivel de desarrollo del habla queda por debajo del de otros niños de su edad, la dificultad afecta la adaptación social, y posteriormente los procesos de aprendizaje de lectura y escritura, por lo que lo mejor es buscar ayuda a tiempo, olvidándose de los prejuicios.